Cumbre de los sectores vitivinícolas de Argentina y Brasil


Representantes de las vitiviniculturas argentina y brasilera se reunieron en Rio Grande do Sul para analizar las condiciones del mercado del gran socio del MERCOSUR. Brasil pretende levantar el precio mínimo de importación para los vinos argentinos, que es de 8 dólares por caja. Argentina, por su parte, señaló que una visión de mercado más estratégica implica avanzar en los cambios estructurales para que el negocio, para ambos países, sea sustentable y de cara a los consumidores.

En la ciudad gaúcha de Bento Gonçalves (Rio Grande del Sur) se reunieron el viernes pasado los representantes de los sectores privados vitivinícolas de Argentina y Brasil. El encuentro se centró en el análisis de las condiciones del mercado brasilero y, particularmente, las posibilidades de esta plaza de aumentar su consumo de vinos, que ronda apenas los dos litros per cápita anuales.
Por parte de Brasil, la reunión contó con la presencia de representantes de la Cámara Intersectorial del Vino, los sindicatos de trabajadores rurales, el Sindicato del Vino de Rio Grande del Sur, la Asociación Gaúcha de Vitivinicultures, la Unión Vitivinícola Brasilera, el Instituto Brasilero del Vino, entre otras entidades. La intención del sector brasilero fue revisar el acuerdo de precios mínimos y darle continuidad a la investigación del mercado brasilero de vinos tranquilos y espumantes, para luego, actuar en la promoción del consumo de vinos.
“Para Brasil, el tema convocante de esta reunión es la propuesta de levantar el precio mínimo de los vinos argentinos que ingresan a este mercado; sin embargo, el problema de los excedentes que tiene Brasil (unos 2 años y medio de stocks) no se solucionará con esta medida sino que debería atenderse la problemática estructural”, dijo el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina, Ing. José Molina.
“Al margen de la problemática coyuntural planteada por Brasil respecto de su interés en levantar el piso de precios acordado –en 2005- en U$S8/ caja, la delegación argentina sostuvo su posición de avanzar en propuestas más estructurales: la diversificación de la producción a usos no vínicos (como el mosto, las pasas de uva, entre otros), la promoción del consumo y una planificación estratégica”, coincidieron los representantes argentinos desde Bento Gonçalves.
“La situación de la vitivinicultura es muy crítica y se corre el riesgo de no poder cosechar más de 150 millones de kilos de uva en la próxima temporada”, afirmaron los dirigentes de la Asociación Gaúcha de Vitivinicultores. Junto a esto, vale decir que Brasil mantiene más del 80% de su producción vitícola basada en variedades híbridas, no viníferas. “Una asociación entre nuestros países implica que podemos competir en igualdad de condiciones, pero es cierto que hoy Brasil no puede producir vinos que compitan con los argentinos si el precio mínimo de importación queda en U$S8/caja”, afirmó Hermes Zaneti, de la Cámara Intersectorial de la Uva y el Vino de Brasil.
“El acuerdo de precio mínimo se pensó siempre como una herramienta temporaria, no actualizable”, comentó Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola Argentina.
La propuesta que presentó el grupo argentino, y que será estudiada por ambos países, se resume en los siguientes puntos:
1- Profundización del trabajo conjunto entre ambos sectores, para beneficio mutuo.
2- Sumar acciones para elevar el Arancel Externo Común de terceros países.
3- Usos alternativos de la uva (vinagres, alcoholes, etc.).
4- Complementación de ambas industrias respecto de alternativas de diversificación.
5- Trabajo conjunto para el estudio y viabilidad de la fabricación de Jugo Concentrado de uvas para usos no vínicos (teniendo en cuenta las posibilidades que otorga la Legislación).

Uno de los puntos sobre los que se centró el debate fue la presentación del proceso de diversificación que realizó Argentina oportunamente ante una situación de excedentes. “Cuando se generó el acuerdo entre Mendoza y San Juan para la diversificación de nuestra producción, pudimos gestionar los excedentes e ir perfeccionando el mecanismo. Fue una medida que apuntó al centro del problema, no una solución temporaria”, explicó Mauro Sosa, del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este. En el mismo sentido, Sergio Colombo, de la Cámara de Fabricantes y Exportadores de Jugo de Uva Concentrado, resaltó que “la elaboración de mosto no sólo nos ha posicionado como el principal exportador mundial en este negocio, sino que además, ha generado un equilibrio saludable en la vitivinicultura argentina”.
Luego de varias horas de diálogo, ambos sectores expusieron sus posiciones. Por parte de Argentina, se dejó en claro que el acuerdo de precio es una medida coyuntural: “hace tres años dimos una señal concreta al aceptar los U$S8/caja de exportación”, manifestaron los representantes argentinos; “pero los cambios deben ser estructurales”, agregaron en clara referencia a la importancia de que se avance en Brasil en un plan de reconversión que se pueda complementar con un sistema de diversificación para darle salida a los excedentes en la oferta vitivinícola. En consecuencia, el grupo argentino planteó que podría estudiar el panorama de precios mínimos, “pero no es una medida con capacidad de dar respuesta a un problema mucho más profundo que exigirá la reestructuración de la vitivinicultura brasilera”, comentó Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina.
Entre los temas que quedaron como compromisos explícitos de trabajo conjunto se destaca la lucha para eliminar el contrabando y el comercio informal de vinos (que se estima en unos 15 millones de litros que ingresan por vía ilegal); en este aspecto, Brasil se comprometió a solicitar a sus autoridades una fiscalización más eficiente. La agenda quedó abierta para un próximo encuentro, en función de la intención de ambos países de armonizar las relaciones comerciales que potencien las relaciones en el ámbito del MERCOSUR.

La delegación argentina
Los representantes del sector vitivinícola que viajaron a Bento Gonçalves (Rio Grande del Sur) a esta reunión son:
- José Molina, Presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina,
- Sergio Villanueva, Gerente de la Unión Vitivinícola Argentina,
- Mauro Sosa, Gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este (Mendoza),
- Juan Carlos Pina, Gerente de Bodegas de Argentina,
- Sergio Colombo, Gerente de la Cámara de Fabricantes y Exportadores de Jugo de Uva Concentrado,
- José Luis Lanzarini, Presidente del Fondo Vitivinícola Mendoza
Por otro lado, la ocasión también fue aprovechada para avanzar en temas de la investigación del mercado del vino en Brasil que ambos países llevan adelante y que se completará en octubre. Para este trabajo, viajaron representantes del Fondo Vitivinícola Argentina y de Vinos de Argentina, junto a la Corporación Vitivinícola. La empresa responsable de esta investigación es Market Analysis.

Las entidades brasileras que participaron de esta cumbre fueron:
- Asociación Gaúcha de Vitivinicultores;
- Sindicato de Trabajadores Rurales;
- Unión Vitivinícola Brasilera;
- Instituto Brasilero del Vino;
- Cámara Sectorial de Producción de Uva, Vinos y Derivados;
- Federación de Cooperativas Vitivinícolas;
- Comisión de la Uva;
- Asociación de Productores del Valle de los Viñedos;
- Sindicato del Vino de Rio Grande do Sul
- EMBRAPA (Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria).

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