William T. Earle: "No es el momento para que Argentina suba sus precios"

William T. Earle, desde enero del 2007, es el presidente de la Asociación de Importadores de Bebidas Alcohólicas en los EEUU. Este hombre clave nos da su visión de la situación de los vinos argentinos su país.


Por primera vez en 15 años, las importaciones del mayor mercado del mundo han caído en valor aunque el volumen creció un 0.9% en el 2008.
Un hombre clave nos da su visión de la situación argentina.
William T. Earle es el presidente de la Asociación de Importadores de Bebidas Alcohólicas en los EEUU desde enero de 2007.
Earle cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector y una larga carrera dentro del ATF (Bureau of Alcohol, Tobacco and Firearms).
Ante este nuevo escenario, ¿dónde se encuentra Argentina?
Argentina está en el mejor lugar en el que podría estar. Los vinos Premium están sufriendo el traslado del consumo hacia “Value Wines” y Argentina tiene una excelente imagen de relación precio calidad de sus vinos. Es una buena oportunidad para que el consumidor conozca de lleno los vinos argentinos y poder posicionarlos definitivamente al igual que han hecho otros países como Australia, por ejemplo.
Sin embargo, la imagen país todavía tiene mucho camino que recorrer ante el consumidor americano para posicionarse en la gama de Premium.
¿Qué pasaría ante una hipotética suba de precios considerando el riesgo inflacionario que existe en nuestro país?
Es claro que Argentina está creciendo por su excelente relación precio calidad, pero todavía el consumidor no se ha fidelizado con la marca país. Hoy más que nunca, la elasticidad sobre los precios es muy fuerte. No creo que el consumidor pueda absorber una suba de precios. No es el momento para que Argentina suba sus precios.

EEUU se ha convertido en nuestro gran objetivo, ¿qué consejo le daría a una mediana bodega que quiera empezar a exportar?
Los primeros contactos comerciales deben ser con partners fiables. No sirve de nada enviar muestras a todos los importadores que lo requieran si no se sabe nada de ellos. Ni enviar órdenes sin estar seguro de que el importador haya obtenido aprobación para comercializar la etiqueta.

¿Y para los que ya están dentro el mercado?
Trabajar con el importador para crear una historia detrás del vino. Los americanos amamos beber todo lo que nos cuentan del vino. Es importante también ayudar a los distribuidores claves de nuestro importador dando a conocer nuestros productos. No modificar las etiquetas de los productos muy frecuentemente porque lograr su aprobación es un trámite burocrático y a ningún importador le gusta pasar por ello. Las etiquetas deben ser simples y directas. Lo mismo que el embalaje, mientras más vistoso y complejo sea, más documentación requerirá.








Por Roberto Actis desde Italia

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