El vino ‘rosé’ que encanta a los ‘millennials’ de Estados Unidos



El vino rosado ha pasado a convertirse en la bebida más chic: para llevar a una cena con amigos, en fiestas junto a la piscina y hasta en los ‘hashtags’... Hay una fiebre de rosado en Estados Unidos.

Los comercializadores lo confirman. “Ha habido un desacoplamiento del ‘rosé’ respecto del resto del vino: ya es en sí mismo una categoría dentro del alcohol”, dice Rodolphe Boulanger, vicepresidente de cerveza, vino y licores en Fresh Direct, un almacén en línea con sede en el noreste de Estados Unidos y con ventas cercanas a los 1.000 millones de dólares.

Boulanger recuerda que cuando se incorporó a Fresh Direct en 2014, se vendían solo cuatro referencias de vinos rosados, pero esa cifra saltó a 25 en el 2015 y a 45 en el 2016.


En la actualidad, este almacén virtual tiene más de 90 rosados en su surtido. Uno de los más populares es Maris, un vino orgánico procedente del Pays D'oc (Francia), hecho con grenache, syrah y cinsault y que se vende enlatado. Sí, enlatado.

En enero, Nielsen informó que la categoría ‘rosé’ (que incluye vinos tranquilos y espumantes) ya había alcanzado un valor de 389 millones de dólares anuales. 

El ‘rosé’ sin burbujas creció más del 57 por ciento en las últimas 52 semanas, superando ampliamente a la categoría global de vino, que en Estados Unidos está creciendo a una tasa levemente superior al 2 por ciento. Los rosados venden hoy más que monovarietales como el zinfandel, el malbec o el syrah.

En términos de volumen, el vino rosado avanzó un 40 por ciento. Y si bien todos vitorean a la cerveza artesanal, los cinco últimos años de ventas demuestran que los consumidores están gastando más en vino y en licores.

Y mientras el ‘rosé’ crece a pasos agigantados, la cerveza aumentó solo 0,6 por ciento en términos de dólares, y en volumen bajó una fracción de porcentaje. 

No obstante, y para mantener las cosas en un contexto claro, hay que decir que el negocio de la cerveza mueve 37.000 millones de dólares anuales en Estados Unidos, mientras que el rosé alcanza alrededor del uno por ciento de eso. Incluso, el tinto y el blanco lo superan con cifras de hasta 5.800 y 7.100 millones de dólares en ventas anuales.

Sus principales aliados
Los ‘millennials’ son sus grandes impulsores. Lo ven como una seria alternativa a las cervezas en la playa o junto a la parrilla, pero a también a la hora de unas copas en el bar.

Y el ‘rosé’ se ha dotado de un halo juvenil y descomplicado que ha ayudado mucho a su penetración, razón por la cual nadie se escandaliza por presentaciones en latas, ‘bag in box’ y hasta en botellas de 40 onzas.

Estados Unidos ya es el segundo consumidor mundial de rosados, superado solo por Francia, país del cual viene la mayor parte de los ‘rosé’ que se toman hoy los estadounidenses. Ya en el 2015, un tercio de las exportaciones de la AOC Provence, la cuna del rosé en Francia, iban a Estados Unidos. España es el segundo país de origen en el mercado estadounidense, y viene en ascenso.

A nivel global, el consumo de vino se ha mantenido estable en términos absolutos, pero el consumo de rosados ha crecido un 20 por ciento desde 2002. Y Francia y Estados Unidos representan hoy casi la mitad de la demanda mundial, según el Conseil Interprofessionnel des Vins de Provence (CIVP). 

Larga vida al ‘rosé’ y a los ‘millennials’, que por esta vía están ayudando a empujar al vino, en general.

Fuente: El Tiempo

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