Familia Schroeder lanza una nueva línea de espumantes

Los nuevos brut nature




La bodega de San Patricio del Chañar Familia Schroeder, especializada en elaboración de burbujas, acaba de lanzar al mercado tres nuevos espumosos con la marca H. Schroeder, en un homenaje al fundador de la familia, Herman Heinz Teodore Schroeder.

Se tratan de un corte de chardonnay y pinot noir en proporciones cambiantes, para darles vida a un brut rosé, un extra brut y un brut nature. Elaborados a partir del método charmat lungo, en el que la casa tiene ya una completa experiencia, los nuevos vinos vienen a formar una línea completa de burbujas en el competitivo y complejo segmento de los 400 a 500 pesos.

Unas treinta mil botellas en total, de las que el extra brut –50% pinot noir y chardonnay– cubre la mitad, mientras que el resto se divide entre los otros dos estilos. La razón es simple: en nuestro mercado se consumen 7 de cada 10 botellas de burbujas en la categoría extra brut, ya que tienen un buen equilibrio entre dulzor y frescura. Mientras que el más seco, brut nature –80% pinot noir, 20% chardonnay–, es uno de los segmentos destinados a vinos de prestigio.

Las burbujas rosadas, sin embargo, representan un segmento muy atractivo. El flamante H. Schroeder Rosé está elaborado con 90% pinot noir y lleva un sutil dulzor propio de la categoría brut, que lo convierte en el plato fuerte de celebraciones y cócteles.

En palabras del enólogo Leonardo Puppato, “la bodega hoy tiene la mejor tecnología del mundo para elaborar espumosos, y casi el 50% de lo que producimos son espumantes".

"Comercialmente, vimos que existía una buena oportunidad para lanzar una nueva línea entre Rosa de los Vientos Rosé Nature y nuestro espumoso ícono Schroeder Brut Nature. Y así lo hicimos”, aseguró.

Burbujas argentinas

Los espumosos están en plena ebullición en nuestro mercado. Mientras que el negocio del vino en general se achicó, el de las burbujas pasó de ocupar menos de dos botellas cada cien que se vendían en 2005 a cubrir cuatro en 2016. Según el informe de Bodegas de Argentina, a la fecha existen unas 170 bodegas productoras de espumosos (había 50 hace diez años), mientras que en 2015 las cinco empresas más importantes movían el 51% del negocio, cuando una década atrás era el 71%.

En ese escenario, bodegas como Familia Schroeder, Cruzat y Rosell Boher ganaron participación como productores especializados de burbujas. Otras casas, de la escala de Norton o Nieto Senetiner, por ejemplo, también lo hicieron. En el fondo, el cambio se debió a una mayor oferta y vinos al mismo tiempo más atractivos para una demanda en busca de sabores.

Un dato extra: según la radiografía del consumidor de vinos de alta gama de la consultora STG, el 36% de los encuestados había consumido burbujas el último mes, mientras que los de la consultora Kantar afirman que los bebedores de más de 35 años en adelante son hoy el motor del mercado.

Nuevos charmat

Una de las razones por las que la oferta cambió, hay que buscarla en un proceso técnico. Mientras que las burbujas de alta gama históricamente se elaboraban con el método tradicional de fermentación en botella, actualmente la apuesta es por la técnica conocida como charmat lungo.

Con este método, la segunda fermentación tiene lugar en un tanque presurizado entre seis meses y un año, lo que produce una fina burbuja y el carácter levadural de los clásicos champagnes, conservando la característica frutal de los vinos.

Los nuevos espumosos de Familia Schroeder están elaborados con esta tecnología. “Queríamos hacer un espumoso que tuviera lo mejor de las dos tradiciones. Los nuevos H. Schroeder son delicados y frutales, y al mismo tiempo ofrecen ese toque de levadura que los hace atractivos”, cierra el enólogo Puppato.

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