El espumante es el vino más festivo del mundo y no puede faltar en ninguna celebración. ¿Será por sus finas burbujas y la frescura que provocan o por su rica historia y constante evolución? Si bien nació en Francia en el siglo XV en la región de Champagne, trascendió los límites de su tierra natal, y se elabora en casi todos los países del universo vitivinícola. Es tan noble, prestigioso y seductor que nunca pasa de moda y se lleva perfectamente bien con cualquier momento, tanto como aperitivo, acompañamiento o brindis. En Argentina, su producción crece en forma sorprendente al igual que su consumo: según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), durante los últimos 10 años se incrementó en un 160% el volumen elaborado. Por eso, hay espumantes para todos los gustos: nacionales e importados, clásicos o modernos, jóvenes y complejos, informales y serios. Además, cada bodega les da un carácter único y personal con uvas de distintas variedades, orígenes, edades y dosajes (Extra Brut, Nature, Brut) para lograr diferenciarse. Aquí, cinco novedades irresistibles.
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