Los nuevos desafíos de la vitivinicultura





El conflicto por los impuestos internos que querían aplicar al sector vitivinícola, “despertó” a las empresas y entidades representativas de la industria. Entre los efectos se destaca un trabajo de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) con el auxilio técnico del Observatorio Vitivinícola Argentino (OVA). En el mismo sostiene que hubo una caída muy fuerte de la producción en los últimos dos años y que, a consecuencia de esto, se perdieron ventas de varios segmentos de precios.

Según el documento, la estructura de la industria local cuenta con una superficie cultivada de 239.000 hectáreas, repartidas de Jujuy a Santa Cruz, con preponderancia en Mendoza y San Juan. La cosecha pasada, una de las más bajas de los últimos 50 años, arrojó poco más de 19 millones de quintales de uva (un quintal equivale a 100 kilos) y fueron elaborados 14 millones de hectolitros de vino.

Asegura que la Argentina cuenta con más 17.600 productores pequeños repartidos entre más de 25.000 viñedos. En 2017 están activos más de 860 establecimientos vitivinícolas, elaboradores y/o fraccionadores.

Comparando, el texto dice que la industria vitivinícola genera más de 106.000 puestos de trabajo de manera directa y más de 280.000 indirectos. “Si comparamos al vino con otras actividades agrícolas, podemos ver que mientras la uva ocupa un empleo cada 0,6 hectáreas cultivadas, el maíz ocupa uno cada 10 hectáreas, el trigo uno cada 20 hectáreas y la soja, una persona cada 50 hectárea”.

Además, el 80% el vino producido en la Argentina es consumido en el país y el 20% restante llega a 118 países. El complejo vitivinícola “es una de las 10 principales cadenas exportadoras de nuestro país, con más 500 bodegas que sacan parte de su producción al mundo y que tienen una facturación por esas ventas de más de 820 millones de dólares (257 millones de litros de vino)”. Para brindar.

Fuente: Clarín

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